dilluns, 10 de juny del 2013

Caso

   Después de trabajar en clase "el caso de Susana", se me viene a la cabeza  la forma de actuar de una maestra de educación física con una niña con necesidades educativas especiales en un colegio en San Jordi. La forma de actuar de la maestra es bastante distinta a la que se muestra en la lectura del caso de Susana. 
   Este caso lo vivimos el primer año de la carrera, durante la primera observación que realizamos ese año. Esta niña, que tenía algunos problemas de coordinación motriz, era excluida en ocasiones de las pruebas que realizaban sus compañeros porque según la maestra no era capaz de hacerlas. 
   Es cierto que la maestra tenía que estar pendiente de 25 niños, pero más cierto es que bajo la sonrisa permanente de esta niña, se escondían gestos de incomprensión ante la forzosa exclusión de algunas actividades por parte de la maestra. 
   Pienso que si queremos que el concepto de inclusión sea completo, cualquier maestro tiene que tener los recursos suficientes para poder atender a sus alumnados y más aún cuando estos tienen necesidades educativas especiales. Además, a modo muy personal, creo que esta maestra tenía los recursos suficientes para crear una actividad paralela para que esta niña no se sintiera excluída. Es más, creo que si queremos enseñar a los otros niños los valores óptimos, este tipo de comportamiento, es más que dudoso. 
   Por mucho que la administración dificulte cada vez más el trabajo docente, los profesionales tienen que hacer valer sus capacidades para atender sobre todas las personas a los más necesitados. ¿O no es la escuela una herramienta para eliminar las desigualdades sociales?
   Por el contrario, este año he podido ver una forma totalmente opuesta al caso comentado anteriormente durante las prácticas de observación correspondientes a la asignatura de Desarrollo Psicomotor en la Primera Infancia. La psicomotricista, la cual hemos podido observar durante seis sesiones, no dejaba ningún conflicto sin resolver. En la clase observada, había un niño con un comportamiento bastante disruptivo. Cada vez que tenía un conflicto con algún niño, la maestra llamaba a los dos niños y les preguntaba en primer lugar lo que había pasado. A continuación, hacía reflexionar al niño con comportamiento más disruptivo con preguntas directas, como si creía que estaba bien lo que había hecho y por qué. Este niño, durante los dos conflictos que vivimos en las observaciones, no sólo acababa reconociendo que lo que había hecho estaba mal, si no que pedía perdón a sus compañeros tras largas charlas con la maestra. La respuesta de los otros dos alumnos, fue totalmente positiva en el momento que éste pedía perdón. Antes de que llegara este momento, la maestra tenía largas conversaciones con éste. Esta maestra, nos explicaba que para ella, fue muy importante la formación que recibió en un curso de filosofía 3/18 en la que se enseñan prácticas reflexivas y democráticas. Os dejo un vídeo que describe brevemente en que consiste este proyecto llamado filosofía 3/18.



         Identificación y Justificación de las competencias trabajadas en esta entrada:
1. Autonomía en el aprendizaje:
1.2 En esta entrada se refleja una reflexión sobre una buena práctica docente. 

2 Reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje:
2.2 Porque contrasto mis propias creencias con la práctica observada y explicada en esta entrada. 

4. Análisis y  reflexión sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje:
4.3 Porque tras la observación de esta situación, hice mi propia hipótesis sobre la inclusión en el aula.

   Al hablar de inclusión, me he acordado del documental "María y yo"que vimos en la asignatura Educación Inclusiva del segundo curso. En este documental se ve como un padre afronta el autismo que sufre su hija con la mayor normalidad posible. Aquí es dejo en enlace del bloc de este padre. Ya que no he podido conseguir encontrar el documental, os cuelgo una canción perteneciente a una magnífica banda sonora de este maravilloso documental. 

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